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PROFESORA DE TERCER CICLO DE PRIMARIA EN LAURO IKASTOLA.

martes, 26 de febrero de 2019

Sherlock, Lupin y yo II. Ultímo acto en el teatro de la ópera

Nerea Gorbeña

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Título: Sherlock, Lupin y yo II. Ultímo acto en el teatro de la ópera 
Escritora: Irene Adler 
Ilustrador: Iacopo Bruno
Editorial: Destino
Hojas: 289

Resumen:
Este es el segundo libro de la colección de Sherlock Lupin y yo. En verano me leí el primero y como me gusto tanto he leído el segundo. Es la historia de Sherlock Holmes y sus dos amigos, Irene Adler y Arsene Lupin  pero el libro esta contado desde el punto de vista de su amiga Irene.

Irene vivía en Paris, Sherlock en Londres y Lupin se puede decir que era nómada. Como su padre trabajaba en el circo se mudaba de sitio para vivir dependiendo donde le tocaba actuar a su padre. Como en Paris estaban en guerra Irene tuvo que mudarse a Londres durante un tiempo y daba la casualidad de que el padre de Lupin tenía que actuar cerca de allí. Estando allí Irene vió como la cantante de ópera Ophelia Merridew daba uno de sus últimos conciertos junto al artista Barzini y sus dos secretarios, Alfred Santi y Duvel. A los pocos días de ese acontecimiento, Alfred Santi apareció muerto y la gente pensaba que el padre de Lupin, Theophraste Lupin lo había matado.

Pero eso es que los tres amigos deciden aclarar este caso. Los tres estaban convencidos de que el padre de Lupin era un ladrón pero no un asesino. Cuando el padre trabajaba como ladrón, hacía encargos para un tal con acento español. Y se decía que el asesino también lo tenía. Al final, descubren cual es el asesino pero no lo voy a decir por si a alguien se le ocurre leer el libro.

Opinión:
Me ha gustado mucho este libro a pesar de que algunos digan que es un poco aburrido. A decir verdad, el primero es más aburrido, porque están todo el rato presentándose y demás. Este me ha parecido un libro misterioso y lleno de aventuras. Una de las partes que más me ha gustado ha sido cuando iban los tres amigos a buscar a una llamada la Tía Betty y unos señores les dicen que le conocían y que le iban a llevar al sitio indicado. Pero no es así y les sacan una navaja pero Sherlock tan astuto, cogió anteriormente una cerveza de un bar y la guardo, así que tenía eso para echarles a los señores y tener tiempo para escapar.

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